La escudería del '46' volvió a recurrir ayer al español para que rodara en Jerez, esta vez con la esperada GP12, y cerró el circuito a cal y canto
Tanto el español como el italiano tenían la orden de no decir ni pío acerca del nuevo prototipo y las medidas de seguridad tomadas por Ducati convirtieron el circuito en un fortín inexpugnable para evitar que se captara cualquier imagen de su GP12. Se trata de la moto con la que la casa de Borgo Panigale rompe con la tradición, abandonando el carbono y el chasis autoportante para dar paso al basculante perimetral, el doble viga de aluminio.
Fuente: AS
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