Llevar el ‘number one’ en el carenado ha pesado como una losa a sus últimos propietarios. En las dos últimas décadas, solo Doohan fue capaz de retenerlo
Pero no tienen elección porque entre otras muchas cosas, Honda llevaba muchos años esperando la ocasión, el momento de poder lucir el 1 ¿y de volver a recuperar su eslogan de Honda is numer one? (Honda es la número uno). Porque desde que Nicky Hayden ganara su último Mundial en 2006, ninguna moto Honda, ni de 125, ni 250 ni de MotoGP ha vuelto a lucir este número. Cuando años antes fue Valentino Rossi quien impuso su ley en la categoría reina, el piloto de Tavullia jamás quiso lucir el número 1 en el carenado de su moto y siempre mantuvo su emblemático 46. ¿Tenía miedo el italiano que llevar el 1 fuera gafe? Visto lo que pasó después no hubiese ido muy desencaminado.
Nos tenemos que remontar a la década de los años 90 para encontrarnos con un piloto que fue capaz de mantener el dorsal 1 en el carenado de su moto. Y no es otro que Mick Doohan. El piloto australiano conquistó los títulos desde 1994 al 1998 con el 1 luciendo en su Honda NSR500. Un año antes, el emblemático Kevin Schwantz logró su primer y único mundial con Suzuki para perder el uno, la temporada siguiente destronado por el piloto de Brisbane. Pero tanto el piloto australiano como Wayne Rainey tuvieron que abandonar en mundo de la competición a causa de las lesiones que se produjeron por sendas caídas cuando sus motos llevaban el número 1. Rainey fue el peor parado pues quedó postrado en una silla de ruedas. Llevaba ganados tres Mundiales seguidos e iba de camino del cuarto pues era líder del campeonato con 11 puntos de ventaja sobre Schwantz. Doohan también sufrió un grave accidente en el GP de España de 1999 y volvió a romperse su dañada pierna derecha.
Después de Doohan, el número uno, el símbolo del campeón, no trajo suerte a sus propietarios como le sucedió a Alex Crivillé (1999) y Kenny Roberts júnior (2000). Rossi rompió la baraja reusando el dorsal que lo acrediataba como campeón del mundo. Y tras él, Hayden (2006) y Casey Stoner (2007) volvieron a sucumbir al peso del 1 como le ha pasado esta temporada a Jorge Lorenzo. El piloto balear, que perpetuó un año más la hegemonía de Yamaha, tuvo la tentación de conservar su dorsal, el 99, pero acabó luciendo un número 1, como hizo tras ganar su primer mundial de 250cc y no le impidió volver a ganar el título de `dos y medio¿ la temporada siguiente. Y por si fuera poco perder el número 1, el estatus de campeón del mundo, Lorenzo se lesionó de gravedad un dedo el día que cedía su corona a Stoner. Aunque quien sabe si también le pasó al australiano la `mala estrella¿ del dorsal del campeón.
Números con nombre propios en el Mundial de motociclismo
Muchos son los pilotos del Mundial cuyo dorsal se ha convertido en un elemento personal y prácticamente intransferible con el que los aficionados se identifican inmediatamente. El número por antonomasia es el 46 de Valentino Rossi pero en MotoGP podemos encontrar otros igualmente identificativos como el 26 de Dani Pedrosa y el 65 de Loris Capirossi. A lo largo de la historia otros números se han convertido en símbolos para la afición como el 34 de Kevin Schwantz y el 7 de Barry Sheene.
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