CcUp-O86pPJjJQKuBvtBILwSakw Campeonato del Mundo de Motociclismo: Pedrosa: "La ropa que he traído no volverá conmigo"

viernes, 30 de septiembre de 2011

Pedrosa: "La ropa que he traído no volverá conmigo"


El padre de Toni Elías o la madre de Ben Spies viajaron con medidor en la maleta

Los resultados son muy bajos en todas las mediciones

Una radiografía abdominal transmite al cuerpo 40 veces más radiación

Pánico nuclear. Alerta nuclear. Parecen títulos de películas de Hollywood, pero el escenario parece haberse trasladado a Motegi. El circuito japonés, situado a 124 kilómetros de la dañada central de Fukushima, tenía un aparato estrella: el medidor de radiación. Numerosos equipos y, hasta pilotos, se han traído uno para salir de dudas con sus propios ojos.
Los hay que hasta se la han jugado. Como el padre de Toni Elías, Antonio, quien coló uno en su maleta. O la madre de Ben Spies, Mary, que ayer bromeaba enchufando a todo el mundo con el instrumento.
Más en serio se lo han tomado en el equipo de Gresini, que ha traído tres, o en Ducati. Los italianos han portado varios medidores y, desde hace semanas, tienen a dos ingenieros nucleares haciendo análisis del medio. Se trata de Massimo Esposito, de la empresa U-Series Radioprotección y Radioactividad, y Sandra Dulla, del Politécnico de Turín. Ellos han medido 57 puntos diferentes del circuito y los hoteles del trazado y de Mito. También comprobarán la ropa del equipo antes de emprender el viaje de vuelta y se llevan muestras y datos del césped del circuito.
Nada en el agua y la comida 
Ambos son contundentes: no hay peligro. "Llevamos tiempo elaborando informes cada semana en los que buscamos también valoraciones de organizaciones ambientales. En ninguna se encuentran resultados importantes, preocupantes en esta zona. En otras de Japón, sí. Por lo tanto, no hay nada que nos diga que ha aumentado el riesgo. Desde un punto de vista sanitario, no hay ningún riesgo", aseguraba ayer Esposito.
En sus mediciones lo máximo que han encontrado son 0,2 microsieverts, que es la unidad con que se mide la radiación por cesio. Para hacernos una idea, una persona recibe de media al año 2,4. Sólo en un vuelo Londres-Nueva York se pueden generar 0,06. Una radiografía de tórax provoca 0,1, pero una abdominal, 7. El límite de dosis que la legislación europea considera normal es de 20 y para tener riesgo de cáncer hay que llegar a 250.
Por lo tanto, los expertos no ven ninguna razón para no estar en Japón, como ya sugirió el informe encargado por Dorna a la empresa italiana Arpa el pasado julio. "La recomendación que hemos hecho al equipo es que tengan unos comportamientos normales. Hemos analizado el agua del grifo del circuito y de los hoteles y la comida y no hemos encontrado nada", corrobora Esposito a MARCA.
Sin embargo, el miedo, más aún si es a algo que no se ve, es libre. Así, los pilotos tomarán ciertas precauciones. Stoner apuró al máximo su llegada y aterrizó ayer por la noche. Pedrosa se ha traído ropa vieja. "No volverá conmigo", admite. Otros, como Bautista, se lo toman a broma. "Yo ya me he duchado, me la he jugado", decía el de Talavera.
Lorenzo, uno de los más reticentes al traslado, ha cedido. "Yo cuando decido una cosa voy al cien por cien con ella, con total seguridad. Nos han dicho tres cosas por seguridad. No va a pasar nada, pero por si pasara, debemos mirar la comida, el agua y la ducha. Tranquilidad", dice.
El balear comerá los alimentos que ha traído Yamaha desde Europa. En general, todos los equipos se han abastecido bien, aunque IRTA, la asociación de escuadras, advirtió que no se pasaran porque la aduana podría requisárselo. "Yo ceno comida japonesa en el hotel. Si la comen los directivos de Dorna...", bromea Marc Márquez.
El mallorquín, en cambio, no aclara si se duchará u optará por las toallitas higiénicas y el agua embotellada como solución. "Igual todo el paddock come comida japonesa, sushi, y no le pasa nada. Es lo más probable. Si eres muy aprensivo y tienes miedo a esas cosas, esos tres puntos son los que nos han dicho para estar más tranquilos", afirma el campeón del mundo.
El más políticamente correcto es Valentino Rossi, que prefiere acordarse de lo que ha sufrido el pueblo japonés. "La situación parece normal. Todos los análisis son negativos. Estamos felices por estar aquí, por dar una pequeña alegría a los fans japoneses", señaló. Ésa es la imagen que quiere Japón: normalidad, la que se ve en las aldeas campesinas de los alrededores y en un circuito reasfaltado y sin ninguna grieta. "Gracias por venir", decía ayer un fan emocionado mientras pedía un autógrafo a Pedrosa.
Fuente: Marca

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