Carlos Checa, el título a toda una vida

Checa culmina su pasión por las dos ruedas a los 39 años

En 1998 esquivó la muerte tras una grave caída cuando corría en 500 cc

Hace apenas tres meses Sant Fruitós de Bages inauguró un monumento dedicado a Carlos Checa. Normalmente, este tipo de reconocimientos se hace cuando un deportista decide retirarse, pero el piloto recibió el homenaje de sus paisanos no sólo todavía en activo sino incluso antes de que lograra su primer gran título, el Mundial de Superbikes, conquistado ayer domingo tras la mejor temporada deportiva de su vida y con un dominio nunca visto en la categoría. "Afortunadamente, el monumento no tenía aún colocada ninguna placa, así no habrá que cambiarla", bromeó Checa.

Si sus vecinos le rindieron tan espectacular homenaje fue no sólo por los méritos deportivos sino sobre todo por los humanos.

A Checa este triunfo le llega pocos días antes de cumplir los 39 años, cuando la mayoría de pilotos, por no decir todos, con los que se inicio en el Mundial ya están retirados. Pero él sigue teniendo esa pasión por la moto y el afán de superación personal.

Estas cualidades han sido esenciales en la vida de Carlos Checa, y le han permitido una vida tan longeva en los paddocks. Su personalidad entrañable y su espíritu de equipo contagian a todos. Por eso, pese a que en 14 temporadas de MotoGP sólo pudiera mostrar dos victorias, se le consideraba un fijo de la categoría desde que Sito Pons lo llamó en 1995 para subirlo sobre la marcha a 500 cc para sustituir al lesionado Alberto Puig.

Pese a correr con una Honda privada, Checa ganó en Catalunya en 1996 y en 1998 sorprendió imponiéndose en el Jarama y estando en la lucha por el título hasta que sufrió la grave caída en Donington, en la que se llegó a temer por su vida.

Quizás la victoria más importante de Carlos, más que el título, fue el haber superado el trance a base de tiempo y sacrificio, con un afán inquebrantable de superación. Esa misma férrea voluntad que le llevó a volver a los circuitos apenas un mes más tarde, aunque confiesa que tardó años en recuperar la confianza. Pese a ello, entre 1999 y 2004 fue piloto oficial de Yamaha y en 2005, de Ducati.

Giro radical en 2007

Checa vive una segunda juventud en el Mundial de SBK, que muchos consideran un cementerio de elefantes y del que él sólo lamenta "que no sea suficientemente conocido en España, porque en muchos otros países goza de un nivel envidiable". Su vida cambió cuando en 2007 Honda le invitó a correr las 8 Horas de Suzuka con una Superbike y le gustó la moto, decidiendo dar el salto a SBK pasra 2008 con Honda.

Con el equipo Althea, el pasado año Checa explotó. No sólo logró 3 victorias sino que ridiculizó a los pilotos oficiales. Ducati decidió entonces retirarse oficialmente de la competición y ceder el material a los clientes. Althea.convencida de sus posibilidades, decidió apostar sólo por él, y éste ha respondido. Sus 14 victorias esta temporada de 24 posibles y un total de 20 podios hablan por sí solos de su dominio.

Fuente: Mundo Deportivo