CcUp-O86pPJjJQKuBvtBILwSakw Campeonato del Mundo de Motociclismo: Entre Márquez anda el juego

domingo, 29 de abril de 2012

Entre Márquez anda el juego

ÁLEX DEBUTA EN EL MUNDIAL BAJO LA MIRADA DE MARC, LÍDER DE MOTO2

"Ahora él se tendrá que llevar el casco", bromea el menor

Sus padres, que siempre se han dividido para apoyarlos, al fin estarán juntos

El circuito no les trae buenos recuerdos pero les cautiva


Hace algunos días, minutos, años, Álex Márquez, de una timidez espigada, caminaba desgarbado entre camiones pintados de arcoiris. La luz no iluminaba sus ojos, siempre cubiertos por una visera. Sólo una sonrisa perenne lo acompañaba en su discreción. Con los ojos de un ratón curioso se paseaba por el paddock, descubriendo el mundo en el que le gustaría jugar algún día.

De cuando en cuando, emergía por la trastienda del box, con el casco de su hermano Marc pendiendo de una funda. "Ahora ya no me llevará el casco", bromea su mayor. Álex se desternilla. "No, ahora se lo va a tener que llevar él", replica, y recibe una carantoña de Marc en la mejilla. Como hermanos, se incordian con amor. "Cuando yo estaba en el Mundial y él empezaba en el CEV alguna vez nos decíamos: 'ojalá estuviéramos los dos en el Mundial", recuerda el piloto de Moto2, actual líder del campeonato. "Aquí cada uno hace su trabajo, pero vamos a todas partes juntos, siempre lo hacemos así", añade.

También sus padres, en las pocas ocasiones en las que pueden conciliar un gran premio. Unas veces, Roser, la mamá, acompaña a Marc en sus viajes de largo recorrido. Otras veces es Juliá el que debe acompañarlo. Cada uno se ciñe a uno de los hijos para que nadie esté solo. En Jerez, compartirán cenas, escenario y nervios. Marc, el primero. "Seguramente habrá nervios. Yo cuando Álex corre en el CEV sufro bastante en sus carreras, pero aquí intentaré estar calmado y concentrado para mi carrera. A ver cómo sale la experiencia", cuenta el de Catalunya Caixa Repsol, acostumbrado a tener a su hermano como visitante en el garaje. Aunque la labor es lo primero. "Cuando estás aquí, vas a por faena, a lo tuyo", dice Marc.

Para Álex será el bautismo. En la catedral como en ningún sitio. No hay nervios, sólo hambre y emoción. "Es uno de los mejores sitios para debutar, aquí en Jerez, por la afición y por todo el conjunto. Vengo con mucha ilusión, con calma, tranquilidad y ganas de hacer el trabajo bien. Así, seguro que sale bien", manifiesta Álex, que ayer rindió a gran altura con la Suter Honda en su primer día como invitado y en una jornada humedecida.

"Mi madre me ha dicho que no corra [risas], que vaya tranquilo y que no me caiga, sobre todo que no me caiga", bromea el pequeño de los Márquez, destapando la sonrisa en su hermano. "Papá y mamá lo pasarán mal, seguro", continúa Álex. Y sale al quite Marc, ya aventajado en estas lides. "Sí, habrá nervios porque al final sufren por los dos, pero ya se irán acostumbrando", dice.

Ninguno de los dos guarda buenos recuerdos de una pista ante la que caen rendidos por esa especie de misticismo que Jerez provoca en los pilotos españoles. "Ojalá que nos traigamos suerte el uno al otro. A mí, personalmente, se me da bien este circuito, así que espero que la suerte cambie un poco respecto a los dos años anteriores, veremos a qué podemos optar en la carrera", explica el subcampeón del mundo de Moto2. En 2010, el año que le coronó como campeón de 125, en Jerez se fue al suelo después de que saltara el tubo de escape de la moto. El año pasado, ya en Moto2, Cluzel se lo llevó puesto en la frenada de final de recta.

Muchas espinas
La espina es incluso más aguda e insidiosa para su hermano. "Sí tengo una espinita, sí". En su última carrera aquí, en el CEV, este año, el motor de la moto se le rompió cuando circulaba sexto. Unos meses antes, en la resolución del CEV 2011, perdió el título de campeón de España cuando iba líder. Llovía, y la rueda delantera se perdió en el vacío. Perdió el CEV cuando su máximo rival, compañero de equipo, Álex Rins, se había caído antes. "A ver si ya tenemos un poco de mejor suerte los dos y hacemos una buena carrera".

Entre hermanos se comparte todo. Mucho más cualquier consejo para driblar la inexperiencia. El de Marc es sencillo: "Que disfrute y aproveche la oportunidad. Cuando sales ahí y ves que te van pasando los mejores y los quieres seguir, hay que aprender de ellos. En la primera carrera todo se hace muy raro porque ves las gradas llenas y mucho ambiente, pero tras el primer entrenamiento ya irá mejorando". ¿Lo regañaría? "No, para esto está Emilio, yo estaré en mi box tranquilo", dice. Álex, tres años menor, no hace falta que le pregunte: "Ya me los da él. Me dice que vaya con calma y que seguro que sale bien".

Jerez lo aguarda, un desafío, un sueño. En este templo se consagraron los mejores. Para él es sólo un bautismo: "En el CEV, en Nieto y Peluqui no hay nadie en las gradas, no sé cómo será esa sensación con muchos aficionados porque es nuevo para mí, pero tengo que disfrutarlo".



Fuente: Marca

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