El 'Método Alzamora' vuelve a dar resultados

Su Junior Team ha ganado todas las carreras del CEV y copado las tres primeras plazas de la general de 125GP (Rins, Márquez y Bagnaia), además de brillar ya con una Moto3

Marc Márquez es la estrella emergente del motociclismo, forjada por su inmenso talento, pero también por el laborioso y metódico trabajo que Emilio Alzamora lleva a cabo con él desde hace seis años. El éxito de este pequeño genio de 18 años está ya constatado, pero la exhibición que el Junior Team Catalunya Caixa Repsol ha ofrecido este año en el CEV, ganando todas las carreras y copando las tres primeras plazas de 125GP, demuestra que el 'Método Alzamora' aún da grandes resultados.

Desde fuera puede parecer fácil, pero no lo es y Alzamora sonríe cuando se le insinúa tal cosa. "Aquí fácil no hay nada y el secreto del éxito es invertir en la base para que los jóvenes aprendan pronto de la experiencia de Monlau Competición, que lleva desde 1997 formando pilotos y mecánicos", explica el campeón de 125cc de 1999, antes de dejar claro cada paso de la cadena: "La idea es apostar por los pilotos a partir del Mediterráneo, con motos de PreGP y edades entre los diez y los catorce años, para que lleguen lo mejor formados al CEV, ya con quince años, y con los que se pueda dar el salto al Mundial a partir de los 16".

Así de estructurada está la escalera que empiezan a ascender un día los chavales más prometedores de este deporte y que tienen la fortuna de que el ilerdense guíe sus pasos. Los éxitos de Márquez son la punta del iceberg, pero lo vivido este año en el CEV es la mejor prueba de que el Método Alzamora funciona: título para Rins con dos victorias, subcampeonato para Álex Márquez con otros dos triunfos y el bronce para el italiano Bagnaia, con una victoria. Y como guinda, la aparición del portugués Oliveira en las dos últimas pruebas con la Honda de Moto3 que llevarán sus pilotos en el próximo Mundial.

En la última cita, la de Jerez, Rins y Márquez se jugaron el título y puede que hasta ese preciado sillín mundialista si al final Alzamora sólo dispone de una plaza, aunque pelea por dos. Las caídas de ambos hicieron que el título cambiara de manos tres veces en las últimas vueltas y su mentor calificó de "intensa" esa carrera. "El destino quiso que el título fuera para Rins. Se vio que son jóvenes y que les falta mucha experiencia", asegura, consciente de que juntos seguirán creciendo.

Fuente: AS