Valentino Rossi, a la carta

La nueva Desmosedici se ha fabricado siguiendo las indicaciones de ‘Il Dottore’, que no renuncia a subir a lo más alto del podio también con Ducati

Valentino Rossi nunca se sintió cómodo encima de su Desmosedici pese a los múltiples cambios que la fábrica de Borgo Panigale fue introduciendo a lo largo de 2011 en una Ducati que resultó imposible de 'domar¿ para el nueve veces campeón del mundo. No había manera. El italiano no era capaz de pilotar como lo había hecho siempre y, por eso, ya a mitad de temporada exigió a Ducati un cambio radical en el desarrollo de la actual GP12 si querían tener opciones ante las todopoderosas Honda y Yamaha.

Ducati, visto lo visto hace unos días en Sepang, no dudó en seguir a pies juntillas las indicaciones de Valentino y en los primeros test de pretemporada se comprobó al ver en pista una Desmosedici más 'japonesa¿ que nunca. Es decir, hecha a la medida de un Rossi que no tira la toalla ni renuncia a volver a subir a lo más alto del podio con la que sería su tercera marca en la categoría reina.

Para empezar, la moto es mucho más corta de lo que venía siendo desde que debutara en esto de los grandes premios. Más corta, con un chasis de doble viga de aluminio ¿recuerda al de la M1¿ y más ágil en la entrada en curva, LA GP12 permitirá tanto a 'Il Dottore¿ como a Nick Hayden y Héctor Barberá una conducción “mucho más dulce”, como apuntó el piloto valenciano en Malasia.

Una conducción menos física y con mucha más estabilidad tanto en las curvas rápidas como en recta. Un avance muy importante realizado en tiempo record: dos meses.

Y es que en Borgo Panigale saben que no pueden permitirse un año como el 2011 con Valentino Rossi liderando su proyecto. Se ha trabajado sin descanso para tener 'contento¿ al que más y mejor entiende de motos en el Mundial para llegar el próximo 8 de abril a Catar con opciones reales de luchar primero por el podio y, después, por la victoria.

Se ha equilibrado el reparto de pesos; se ha movido la posición del piloto ¿algo más atrasada para aportar la carga necesaria para que la rueda posterior coja temperatura lo antes posible¿ y se ha trabajado con insistencia en la electrónica de un moto que, sin embargo, mantiene los problemas de chattering en la fase de aceleración. Rossi lo dejó bien claro tras los tres días de pruebas en Sepang al asegurar que “la electrónica debe seguir mejorando”, aunque asumió que ese siempre ha sido el caballo de batalla de una Ducati que no sería la misma sin los movimientos en el tren delantero, los mismos que también tuvo que sufrir Casey Stoner.

El australiano fue capaz de ganar con Ducati y Valentino Rossi no quiere ser menos. La moto, aprovechando el cambio de cilindrada, no tiene nada que ver con la que se encontró hace ahora algo más de un año. Está hecha a su medida y, por tanto, ya no habrá excusas. De momento, la Desmosedici parece algo más cerca de la Yamaha de Lorenzo y la Honda de Pedrosa. Han encontrado el camino a seguir y, por ahora, “todos los cambios con los que hemos experimentado han funcionado, cosa que antes no pasaba”, señaló Rossi.

“Ahora tenemos una moto más que aceptable”, añadió Jeremy Burgess con cierta euforia. Los deseos con los que llegaron a Ducati empiezan a cumplirse... un año después.

Fuente: Sport